Hoy, 21 de septiembre, se celebra el Dia Mundial del Alzheimer. Como sabemos, la enfermedad de Alzheimer, es una enfermedad neurodegenerativa en la que se ve afectada no solo el área cognitiva, como la atención, orientación, memoria, funciones ejecutivas sino también el área conductual. Es frecuente que aparezcan alteraciones comportamentales tales como la agitación, irritabilidad, conductas agresivas, episodios delirantes, alucinaciones.
La Enfermedad de Alzheimer fue descubierto por el médico psiquiatra alemán Alios Alzheimer quien quedó sorprendido por los síntomas conductuales de una paciente de 51 años. Esta sufría pérdida de memoria a corto plazo y alucinaciones auditivas. Al fallecer, Alzheimer conservó su historia clínica y al hacer la autopsia del cerebro vio que la corteza cerebral era más estrecha y que existían dos tipos de anomalías muy llamativas: placas amiloide y ovillos tau. Ambas están asociadas a la reducción de las funciones de las neuronas.
La enfermedad de Alzheimer hace que la persona que lo sufre olvide su historia de vida, del proceso de vestirse, bañarse e incluso comer o que actúe de manera agresiva ante una demanda que en ese momento quiere hacer o se le impide que haga. Es decir, se van mermando las funciones cognitivas propias del ser humano.
Es una enfermedad dura tanto para quien la sufre como para las personas que están a su alrededor. Es por ello, que, en este día, no podemos olvidar a los familiares, a los cuidadores ya sean formales como no formales de la dedicación al cuidado de un paciente con Alzheimer. Difícil para el familiar lidiar con los trastornos de conducta que dificultan la convivencia o que no nos recuerden, pero ¿cómo actuaríamos nosotros si no conocemos a la persona que tenemos enfrente? Los nombres se olvidan, pero los sentimientos se mantienen. Habladles con cariño, nombrarlos por su nombre, darles un beso o recordarles los guapos que van hoy. ¿Y un abrazo? Lo que se puede transmitir con un fuerte abrazo.
Desde el campo de la psicología, se trabaja para minimizar los síntomas del Alzheimer y mejorar la calidad de vida del paciente. Esto se consigue con la combinación de tratamientos farmacológicos como los no farmacológicos, como son la estimulación cognitiva, musicoterapia, terapia con animales, entrenamiento en actividades de la vida diaria… e incluso favoreciendo la orientación espacial con nombres/iconos de cada habitación, marcando rutinas que le ayuden a anticipar lo que va pasar y a reducir la incertidumbre.
Para reducir los síntomas del Alzheimer es importante estimular las capacidades mentales. Aparcar las nuevas tecnologías que tanto nos ayudan en nuestro día a día y trabajar nuestra mente para que las conexiones entre neuronas sean fuertes. Esto se le conoce como reserva cognitiva.
Nos unimos al lema “investigación” de la Confederación Española del Alzheimer para reivindicar la necesidad de indagar para buscar nuevos conocimientos y para conocer y analizar la situación en la que se encuentra los pacientes con Alzheimer y plantear alternativas, soluciones o propuestas que mejoren su calidad de vida.
En nuestra residencia se ha realizado un taller que consistía en ir viendo imágenes de sus pueblos o ciudades y tenían que contarnos los recuerdos que esas fotos les traían a su memoria.
Isabel López, psicóloga.
«La enfermedad de Alzheimer tiene un lenguaje universal, el de los sentimientos»
Gloria Martín Díez
